En un mundo donde todos están ocupados en sus proyectos personales, las apps de citas se están convirtiendo en el único medio para encontrar una pareja. Alejandra y yo coincidimos en eso. Una semana antes de conocernos habíamos hecho match. Nos vimos en un bar de la Narvarte, uno que una amiga me había recomendado. Platicamos de muchas cosas, de los planes personales, de las antiguas parejas, de los motivos por los que rompimos con los exs. En fin, de todo aquello en lo que pudiéramos encontrar banderas rojas, algún indicio negativo para no seguir saliendo y seguir buscando a otro prospecto.
Me desconcertó la manera en la que me canceló de su vida. Cuando uno utiliza las apps de citas el ghosting es una actitud tristemente normalizada. No obstante, lo que me pareció perturbador fue que me lo hizo una psicóloga. Aquella noche de charla y tragos me comentó que le ayuda a las personas a lidiar con sus problemas emocionales. Y que una de las principales claves para resolverlos es la comunicación.
Después de pasar por aquella experiencia decidí levantar mi abstinencia. Volví a contratar a una puta. No había contratado a una desde hacía dos meses. Cloe Montiel había sido la última escort a la que le pagué para coger.
El ecosistema de las escorts evoluciona rápidamente. Muchas chicas deciden dejar el medio; otras van iniciando; otras tantas jamás lo dejaran. Con todo y la exuberancia y la experiencia de las escorts consagradas, ninguna puede competir contra la juventud de las chicas que inician en ese medio. A modo de un alcahuete, el algoritmo de Twitter engulle a los perfiles nuevos y los ofrece a los consumidores de dicho contenido. Así llegó a mi timeline el perfil de Anyy.
Esta mujer, de poco más de un cuarto de siglo, se describe como petite. De lindas “piernas y pompis riquísimas”. Tiene brazos tatuados y piel blanca. Si bien estos atributos son atractivos, lo que realmente llamó mi atención fue la siguiente característica:
“bailarina de ballet súper elástica”
Anyy escort
¿Una escort bailarina de ballet? Luego de tanto tiempo de contratar escorts, las cualidades artísticas o intelectuales de las chicas, al menos para mí, destacan mucho más que, incluso, la belleza física. Busqué referencias sobre su servicio. Al encontrar un par de recomendaciones supe que no me arrepentiría.
Otra vez en el Montreal
Tuve suerte en agendar la cita. La había buscado apenas dos horas antes del encuentro. Como la mayoría de las chicas, Anyy me pidió un depósito para confirmar la cita. El tiempo de su llegada estaba anunciado a las 5:13 PM. Me dijo que su Uber ya venía en camino.
La batería de su teléfono marcaba 1%. Me pidió que en cuanto pudiera le enviara el número de la habitación. De lo contrario, ella me esperaría en el hobby. Iba vestida toda de rosa, me dijo.
No fue necesario irla a buscar, aunque me hubiera gustado. Resulta excitante recorrer los pasillos del hotel con tu puta a un lado; entrar al elevador y subir juntos. Una vez me pasó con Teheran Escort. Nos encontramos en la recepción del Pirámides Narvarte. Mientras yo pagaba la habitación la vi llegar a lo lejos. De camino a la habitación no pude evitar sabrosearla con la mirada. Fue el pilón de aquel encuentro.
Le envío el número de la habitación
El tiempo lo tenía encima. Subí deprisa por las escaleras para darme un baño. El reloj marcaba las 5:02 PM. De inmediato abrí la llave de la regadera.
Cuando Anny tocó a la puerta me agarró con la toalla abrazada a mi cintura y haciendo buches con el enjuague sabor menta.
Todo se detiene en ese momento. El pulso se acelera. Tu cuerpo experimenta aquellas reacciones físicas y químicas que te hacen tener la certeza de estar vivo y de que no se trata de un sueño erótico, de que vale la pena estar en el aquí y en el ahora.
Tomo aire, suspiro y grito: “Ya voy”.
Anyy llegó puntual
Al verla entrar conecté sexualmente de inmediato. Entró al baño a cambiarse. No perdió nada de tiempo. Me preguntó qué conjunto prefería: el negro o el rosa. Me incliné por el negro.
Yo la esperaba sentado al borde de la cama, nervioso y excitado.
Sale del baño y entra a la alcoba puteril, aquella cuyo flanco está edificado con el testimonio de una pared de espejos morbosos.
Con arrojo se acerca y me sujeta del cuello. Comienza a besarme de forma obscena y atascada, la única forma admitida en esa situación. Mientras yo le acariciaba el rostro con ambas manos, Anyy me frotaba el miembro con su mano derecha. Apenas transcurrieron un par de minutos para que me retirara la toalla y me la comenzara a mamar.
No la engulló de inmediato
El felatio inició con besitos en la parte lateral de mi miembro, mismos que luego descendían a los testículos. En esa posición yo solo le sujetaba el cabello para mirar sin intermediarios su rostro embrujado. Ella me veía fijamente a los ojos. Su mirada denotaba una mezcla de ternura y lascivia.
Le susurré que me escupiera
Hubo un momento en el que Anny me exhibió su lengua escarlata, carnosa, húmeda y larga. Ese gesto obsceno me produjo un inquietante hormigueo en la boca, uno como cuando dicen que se te “hace agua”. De pronto sentí la urgente necesidad de beber de su boca. Con mis manos le desconecté su rostro de mi verga y la conduje directamente a mis labios. Después le susurré que me escupiera.
Anny se levanta, me mira fijamente y pone su rostro pegadito al mío. Con un fino gesto pornográfico mi puta hermosa rebosa sobre mi boca la saliva que acumuló segundos antes. Mi cuerpo se estremeció.
Luego del apasionado preludio comenzamos a copular. Hicimos varias posiciones. Contemplar el cuerpo desnudo de Anyy y observar el contraste de sus renegridos tatuajes con la blancura de su piel me producía una particular sensación de placer. Con esa potencia energética emanando de mi cuerpo le pedí que se pusiera en cuatro.
Le pedí venirme en su cuerpo
Después de aceptar recibirme sobre su epidermis, le propuse venirme en sus pechos o en sus nalgas. Prefirió las nalgas, eso le gustaba más, me dijo en voz baja y con los ojos cerrados mientras la penetraba despacito. Antes de terminar recuerdo la fusión de nuestras miradas a través del reflejo proyectado por el enorme cristal lateral.
Segundos antes de llegar al orgasmo me retiré el condón y terminé sobre aquel hermoso culo de ballerina. Al abrir los ojos me sorprendió contemplar la vasta cantidad de amor líquido escurriendo por el blanquecino glúteo izquierdo de mi puta hermosa.
Nos metimos a bañar
En el mundo escort hay chicas que solo trabajan para obtener una libertad financiera. Buscan ahorrar para dedicarse a otra cosa en el futuro. Trabajar en la putería para jubilarse joven y, tal vez, encontrar el amor. Anyy pertenece a ese grupo. Sabe que en su vida esta actividad es temporal. Pero no solo eso: además disfruta lo que hace. Si ya estoy en esta profesión por qué no disfrutarlo, me dijo.
Aunque resulta evidente, me llamó la atención cuando me comentó que en su generación se ha vuelto normal que las chicas tengan una página de OnlyFans o que se dediquen a la putería. Muchas de sus amigas son escorts.
La plática se extendió muchos minutos. Hubo un momento en el que Anny se dio cuenta del paso del tiempo. De pronto, su semblante cambió a modo cachondo. Se quitó la toalla y posó su culo frente a mi cara. Al quitarme la mía supe que ya estaba listo para la siguiente relación.
Desafortunadamente quedaban menos de 5 minutos para cumplir la hora. De nuevo, el enemigo del tiempo. Al sentirme muy excitado no podía permitir, otra vez, que la líbido quedara atrapada dentro de mí. Le pregunté si me podía masturbar. Asintió complacientemente.
Pone sobre mi miembro un poco de lubricante. Se recuesta sobre la cama, boca abajo, y me muestra sus hermosas nalgas para estimularme la vista. Se voltea de lado y comienza a frotarme con rapidez. Durante esos breves minutos nos besamos con pasión. Terminé con su mano asida firmemente al centro de mi cuerpo.
Developpé
La imagen que no puedo olvidar, la cual me dejó con un bello recuerdo, fue cuando al salir de la ducha ella se estaba arreglando frente al espejo. Noté que tenía la espalda un poco mojada y me ofrecí para secársela. No podía dejarla ir sin preguntarle si bailaba ballet. Dijo que sí. De pronto, yergue su cuerpo y comienza a realizar un developpé. Con fluidez y elegancia eleva su pierna derecha hasta alcanzar la altura de su rostro. Por varios segundos se quedó suspendida en esa escultural posición. Levanta su brazo izquierdo y con el codo levemente flexionado llegó a formar un medio óvalo.
Me hizo recordar a las hermosas bailarinas de Degas. Dijo que si nos volvíamos a ver podría bailar algo para mí.
Nos dimos un profundo beso de despedida.
Escort | Anny |
@Lensonlyy | |
Hotel | Montreal |
Fecha | Junio de 2023 |